Los héroes de Karlsruhe

Hoy se cumplen 30 años de la primer intercontinental. El Boca de Toto Lorenzo fue a Alemania a jugar contra el Borussia Mönchengladbach. Con un 2-2 en el choque de ida en La Boca, en Europa, el Xeneize debía lograr una hazaña para traerse la Copa.
Esa Copa era la obsesión de Lorenzo y su plantel. Ese plantel que venía ganando todo: Nacional 76, Libertadores 77, Libertadores 78... Quedaba la gran Copa, la Copa Intercontinental. Ya la habían ganado Racing, Independiente y Estudiantes LP. Otro motivo para ganar esta Copa era que la Selección de Menotti, flamante campeón no tenía a ningún jugador de Boca. Era demostrar que el plantel tenía jugadores de jerarquía, que eran los mejores.

Yendo al encuentro en si, Toto Lorenzo paró un equipo "más liviano, agil y rápido", que pudiera soportar un ritmo demoledor. Puso dos veloces centrales como Bordón-Tesare por Mouzo-Sá, le hizo individual al más habilidoso de los rivales (el danés Simonsen), bajó a Marito Zanabria al medio campo en lugar del desgarrado Benítez y se propuso penetrar a los germanos por afuera, con Felman y Mastrángelo.

El partido se dio como Lorenzo lo había imaginado, en los primeros 10 minutos el arranque fue demoledor, Gatti metió un par de atajadas sensacionales. Hasta que los alemanes bajaron un poco el ritmo, y ahí Felman desniveló en una contra que dejó a la defensa local a mitad de camino. Primero les mojó la oreja, enseguida los terminaría de someter... Otra combinación de los extremos, a la media hora, significó el 2-0 vía el Heber. Tres minutos más tarde, el Loco Salinas explotó en habilidad y resolvió la cuestión. Lo había predecido: aguanto, contra ataco por afuera y toco la pelota hasta el cansancio.

Hace 30 Boca usaba su mística para ganar el mundo. Salud, a los héroes de Karlsruhe.