29 oct 2008

Boca 2 - 1 R.Central


Venía dulce Boca. La victoria en el Superclásico el domingo pasado le dio un envión anímico muy importante para lo que queda del Apertura y para lanzarse de lleno a la caza del Ciclón. La Bombonera bañada de sol veía una vez más a uno de sus hijos pródigos: Juan Román Riquelme, después de estar en duda, salía a la cancha para comandar al equipo de Ischia ante Rosario Central.

Todo fácil hizo Boca en los primeros minutos del primer tiempo. Ordenado con Battaglia cortando pelotas en la mitad de la cancha, con Riquelme manejando los tiempos y con Viatri picante en el área. Poco le costó llegar con peligro al área de Rosario Central. A los 3, Viatri, de cabeza, hizo revolcar al arquero Broun que contuvo en dos tiempos. Y a los 7 nomás, el equipo de Ischia abrió el marcador en la Bombonera. Centro de Román desde la derecha, Viatri les gana en el salto a los centrales Ribonetto e Ithurralde, y con el parietal izquierdo, de pique al suelo, contra el palo, estableció el 1-0 para Boca.

Automáticamente después del gol Boca se relajó. La presión de Dátolo por izquierda no era la misma, tampoco Calvo pasaba al ataque por la derecha. El mismo Riquelme se tomó un descanso dentro del partido. Morel fue el único que mantuvo la intensidad por su lateral.

Pero a pesar del quedo de Boca, Central poco pudo hacer en el primer tiempo de la Bombonera. La jugada más peligrosa para el equipo de Alfaro fue una desinteligencia entre Calvo y el arquero Javier García, que casi termina en blooper ante el asedio de Emilio Zelaya. Intentó Jesús Méndez hacerse dueño del equipo en el medio, pero sin compañía e impreciso el volante pereció en sus intenciones.

Alfaro mandaba a su equipo a presionar bien arriba. Pero la columna vertebral de Central estaba desarticulada desde el fondo hasta arriba. Danelón, devenido en lateral izquierdo para dejarle su lugar a Bogino, no encontraba su lugar en la cancha y Noir era una amenaza constante a sus espaldas. Zarif no pesaba por derecha, Borzani siempre encima de Riquelme se olvidó de jugar, y Gervasio Núñez y Vizcarra no se conectaron ni una vez para tocar y asistir a Zelaya. Sobre el cierre casi aumenta Boca con una escalada de Vargas por derecha que terminó con Broun quitándole el gol de los pies a Riquelme en el área.

Era simple para Boca en el segundo tiempo. Tenía que salir con todo, meter el segundo y bajarle la persiana al partido. Y así fue... A los 5, Román combinó con Viatri... A los 7, pared entre Riquelme y Dátolo... A los 8, Viatri para Riquelme, zurdazo y afuera... A los 9, Vargas para Noir por derecha, entró al área y lo tapó Broun... A los 12, Dátolo habilita a Viatri... Todo eso generó Boca, pero le faltó el gol.

Y Central aprovechó un error para llegar al empate. Un pelotazo larga de derecha a izquierda, Vargas la bajó de cabeza, pero Calvo no estaba. Entonces Danelón se fue solito por izquierda y mandó el centro de zurda. Cáceres, a contra pie, no llegó al cruce y Zelaya se estiró para desviar la trayectoria del balón con su pie derecho y descolocar a García para el 1-1.

Se dio al revés. Boca atacaba pero Central consiguió la igualdad. Y con el empate instalado la lógica indicaba que Boca debía ir desaforado por la victoria, pero no fue así... Boca se mostró lento, impreciso, dubitativo y encima Román se apagó. Los tuvo Battaglia de cabeza a los 16, pero se le fue al lado del palo su frentazo. A los 20, le faltó puntería a Riquelme en un tiro libre que pasó muy cerca. Pero nada más, muy tibio. Alfaro, rápido, mandó a la cancha a Martín García por Zarif para tener la pelota, y sacó a su goleador Zelaya por Jonatan Gómez. Dos pibes veloces que le dieron dinámica al juego de Central, que apostaba por una contra salvadora.

Tuvo también sus chances el Canalla en la Bombonera para llevarse los tres puntos a Rosario. Un zurdazo de Gervasio Núñez, otro de Vizcarra tras una buena gambeta en el área, y a los 41 Méndez habilitó al Chino que se fue solo, enfrentó a García y desvió su derechazo cruzado... Para esa altura Ischia ya había mandado a la cancha a Mouche por Noir y a Gaitán por Dátolo.

Y los cambios que durante sus primeros quince minutos en cancha poco habían podido hacer terminaron rompiendo el partido. A los 42, cuando parecía que Boca otra vez se iba a ir de la Bombonera sin ganar, tras las derrotas con Tigre y Estudiantes, Mouche desbordó por la derecha, Viatri bajó el centro de cabeza perfecto y Gaitán con una tijera de zurda selló el 2-1 para Boca. Desahogo enorme, en el banco, en las tribunas, en los jugadores, en Ischia y en Román... Boca sigue vivo en el Apertura y el miércoles tiene una nueva prueba, en el Sur, ante Banfield.

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